Asamblea de la Universidad de Buenos Aires

sOBRE LA uNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

De la Universidad vacía a la Universidad necesaria.

Hace algunos días, con tristeza, volvimos a ver el lamentable espectáculo de la Asamblea de la Universidad de Buenos Aires.

Pareciera que debe ser precisamente un espectáculo, a tono con la época de la “relevancia social” de Marcelo Tinelli o Ricardo Fort.

Sin embargo, la Universidad de Buenos Aires, continúa caminando.

Habemus Rector podríamos jactarnos como de hecho lo hace la actual conducción de la Universidad recordando la expresión latina Habemus Papam que significa “tenemos Papa”, en el sentido en que la usa el Cardenal Protodiácono para anunciar al pueblo romano y a todo el mundo la elección de un nuevo Pontífice desde el balcón central de la Basílica de San Pedro en el Vaticano, anuncio luego del cual el nuevo papa se presenta y pronuncia su primer discurso al mundo después del cónclave e imparte su primera bendición Urbi et Orbi.

En la UBA, hemos cumplido una vez más con ese formalismo. Desde el punto de vista de la legalidad y legitimidad, no hay dudas, el nuevo rector surge del apoyo en la Asamblea de Universidad con 144 lo cual expresa más del 60% de la composición de la misma. A pesar de ello no podemos perder de vista el paisaje, la elección se realizó en una sesión que duró 15 minutos con un imponente operativo policial y las pedradas de la “creativa” participación de los estudiantes nucleados en la Federación Universitaria de Buenos Aires que no tienen mejor idea para contribuir al Debate en la UBA de la Universidad que realmente necesita nuestro país.

Si en el párrafo precedente hablamos de formalismo, de ninguna manera adherimos a ello, sino que es el reflejo actual de la Universidad de Buenos Aires, que no puede reunir a sus claustros más que unos pocos minutos, a espaldas de la sociedad, con una parte importante de la comunidad lanzada a una locura de violencia, paralizando los necesarios procesos que la Universidad debe asumir y hacerse cargo, situación de la que se ve impedida por estar en esta comedia (drama o tragedia) de “sordos” y de muchos que se hacen los desentendidos.

Nuestra Universidad necesita especialmente de los docentes, los estudiantes, los no docentes e investigadores, un esfuerzo enorme por ampliar los espacios y el tiempos del debate franco y abierto, es necesario para poder hacer una síntesis indispensable para construir la universidad necesaria dejando atrás la universidad vacia de contenido que le mostramos obscena y descaradamente a la sociedad toda, a la misma sociedad que debemos convocar y con quien debemos interrelacionar e involucrarnos cada día más le damos muestras cotidianas de inmadurez e indiferencia.

El momento de la elección del rector fue una oportunidad perdida. No hemos hecho todo lo necesario para debatir, no le hemos dado tiempo ni importancia, eso quedo más que claro.

Atrás quedó la posibilidad de intercambiar sobre que proyecto tendremos con qué Rector lo haremos, que ideas, que programa impulsaremos.

También obviamos la necesidad de pensar y rediscutir nuestras bases constitutivas, lo hemos dejado en suspenso haciéndonos los distraídos frente a una Asamblea que dejamos inconclusa en el medio de la discusión de los estatutos.

Desde nuestro lugar creemos que debemos poner el freno a este vació, debemos poner en debate la esencia de la Universidad para refundarla.

Tenemos la responsabilidad de hacerlo, es nuestro tiempo. Debemos darle espacio a esa tarea URGENTE a la vez que continuamos con nuestra misión de continuar aportando y creando conocimiento.

Hay que generar los consensos para permitir el funcionamiento de los consejos y de la Asamblea para debatir las ideas y los ejes centrales de los grandes temas de la Universidad Contemporánea hacia el futuro.

Para revalorizar la historia pero apostando a ser constructores de un futuro con una Universidad de Buenos Aires presente, comprometida en ideas y en acciones concretas con la sociedad que con su esfuerzo y con el valor de su trabajo le otorga un lugar de privilegio para el presente y para la posteridad, para salir del pantano de las lógicas de mercado caminando decididamente a conformar y desarrollar la agenda de los temas prioritarios y estratégicos que deben ser el norte claro de la Universidad.

Por eso, no nos desalentamos. Insistimos en convocar a la sociedad en su conjunto y a los integrantes de la comunidad universitaria a comprometerse para hacer da la Universidad de Buenos Aires una herramienta sólida, comprometida desde el conocimiento, la tarea científica, humanística y artística por una Argentina más justa, saliendo de la universidad vacía trabajando por la Universidad Necesaria.